Crónica sobre la guerra del Golfo: imágenes de pozos de petróleo
ardiendo en la noche, cual cometas caídos del cielo; reclutas ruidosos,
polvorientos, llenos de entusiasmo, pero también atemorizados ante la
idea de toparse con el enemigo en cualquier momento; chicos que juegan
al fútbol con las máscaras antigás puestas, mientras esperan el correo.
Sin embargo, en esta situación infernal nacieron grandes amistades y
lealtades incondicionales. Así nació la hermandad de los "jarheads” que
se habían jurado fidelidad eterna.